Los viajes, creo yo, abren un abanico de conocimientos y nuevas experiencias. Situados como turistas, experimentamos un espacio desconocido, interactuamos con gente nueva, nos valemos de(muchas veces) otro idioma y, por un lapso de tiempo, nos acostumbramos a vivir entre otras costumbres y valores culturales.
Caminar por la calle Florida.. ir a ver obras de teatro de la calle Corrientes.. pasear un domingo por La Boca, por ejemplo, pueden ser actividades muy diferentes desde la óptica turística.
Creo que la idea de este espacio se originó, en parte, con el deseo de mostrar y analizar cómo Buenos Aires puede ser, y es, vivida de otra forma.
¿ Cuántas veces pasamos por el obelisco sin darnos cuenta, siquiera, que está ahí?...Si nos detenemos un segundo, si miramos con un ojo un poco más relajado y curioso, si logramos olvidarnos un instánte del destino al que queremos llegar, del horario del trabajo, de los problemas de tránsito o de la cuenta que estamos yendo a pagar..se descubren personas fascinadas por aquél monumento, personas que, cámara fotográfica y mapa delante, esperan interactuar con una ciudad llena de encantos.
Los invito, entonces, a adentrarse en este mundo; a conocer la ciudad desde otro lado y a enterarnos, ustedes y yo, de las opiniones y apreciaciones turísticas.
No queda más que recorrer las calles para, bien de cerca, observar esta revalorización posible del idioma, la cultura y el espacio en el que vivimos nuestra cotideaneidad.
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